tu pecho
tierrita vasta y llana donde entro entera
y tus costillas enterradas
me cuentan sus hallazgos

cuando trepo las colinas
arriba bien arriba
me gusta refrescarme con tu barba
cascada de café y buenas noticias

y cómo no voy a quedarme
cantando mansita por tus lares
si a cada luna traés en las manos
mariposas a jugar con mis orejas
te cuelgo estrellas de la ventana
como plegarias persas
para que las sacuda el viento
les pido que te cuiden a vos
a tus lobos
a tus lechuzas y caballos,
que alumbren tu casa y tus tardes
con olor a pomelos silvestres
que te recuerden siempre compartir
que no dejen que te apagues
que se te enrieden, traviesas, en el pelo cuando ya no te rías

les pido que sueñes con amatistas, amapolas
y caramelos sabor violeta
que te acunen cuando no resistas
y este injusto pero mágico universo te decepcione
que te canten al oído a Silvio Rodríguez
o te cuenten historias de escapes heroicos

creo que estas estrellas son lo mejor que tengo
las amaso en mis manos
desde que tenía 5 años y llegaba llorando del jardín
las até de tus postigos con mucho trabajo
como una paciente alfarera azteca
usé hilo de jazmin y plata,
un poco de aire de mis entrañas
y algunas letras de mi apellido
(para horror de mis ancestros)

pero a vos no te importan
tirás aguerrido de sus hilos cada vez que te aburrís
a veces las mordés
o no podés interpretar sus luces.
no me molesta
con el mismo amor las desato
y me las enredo en el cuerpo.
ahora las siente todo ser que me abraza.

Inspiration

La inspiración,
ese monstruo malintenso
que se divierte jugando con cuchillos.

es la risa en el velorio,
el orgasmo en una entrega de diplomas,
es un bicho color manteca
que gusta de perderse en la ciudad
y no se deja llevar a la plaza,
hay que seducirlo y amaestrarlo

para que no huya del papel
tratarlo suavecito, engatusarlo para que se quede
-respetando siempre su volátil 
voluble
boluda
voluntad.

es un pato que grazna en el cine
el nene que garabatea obscenidades
y no sabés si retarlo o reír
o llenarlo de besos 
y felicitaciones

suele disfrutar mucho
saltando sobre tu espalda de sorpresa
cuando vas a comprar bananas o vestidos
te pierde las llaves, se trepa risueña
y te pega fuerte en la nuca.

mi castigo por huidiza, 
y mi homenaje por hermosa
es retratarla así
a pesar suyo
pececito resbaloso
construirle una casita
en mi chakra swadistana
para que vaya y venga
que recale inoportuna
que venga mansa cuando quiera
aunque solo sea a reposar

El gesto, tu capucha y el balcon

Y un día cualquiera
en un momento cualquiera
finalmente agarrás y me decís 'te quiero'
asi sin menos
sin más
sin grandes introducciones
sin soundtrack
sin afectaciones ni grandilocuencias
ni mucho menos dobles sentidos

un 'te quiero' más digno de un Benedetti
que de un Bécquer
(sin desmerecer a Gustavo Adolfo
 claro está)

es el conurbano de una ciudad chica
una casita linda, un balcón
no sé si tartamudeás
no sé con qué cara te miro

pero espero

algunos segundos

en la nochecita otoñal

no sé,
yo esperaba
creo
sentirme en una nube
con una taquicardia casi obscena
pajaritos que volaran de repente
o nada menos que una reina
en el pico más alto del mundo

y
no.

estoy en el balconcito
(que tiene plantas muy lindas por cierto )
te miro calma, creo
pero no vuelan pajaritos sino más bien
se va el auto del criador de peces
y no me siento la reina de nada
ni en más altura que mi subestimado metro cincuenta
y no soy Elvis Presley
soy yo, María
la naranja la transparente
y vos el muchacho verde
que me dice 'te quiero' en un balcón
con los ojos más lindos
que vi en mucho tiempo


¿y sabés?
todas esas cosas
que esperaba sentir y no

eso
simplemente eso
me dio el pie
para verte
(pero verte de verdad)
y afirmar
sin artificios jolibudenses
que, certera como nunca
y con los pies bien apoyaditos
en el suelo del balcón,
yo también te quiero.










(y quemimporta como siga
si en esos algunos segundos
supimos distinguir la eternidad)







Otoñarte ***


El día que me encontraste
en un ribazo de cemento
¡qué alegría verte!
sincronías
e inexactitudes
venías con muchas cargas
pienso yo
y el sol me pinchó los ojos

quizás refulgí
o me prendi fuego
pero las sombras no tardaron en venir
coloreándome de gris el verde de los ojos
porque ya no podía quererte
mi sombra no podía ser
la que acapare la tuya
porque ya estaba
acaparando la mía
y no sé si otra más.

aunque quise no pude otoñarte,
gracias por el amor fugaz
los regalos que no llegaron
las poesías las palabras
los colores la paciencia
las horas que me habrás pensado

y todo.






El pescador de esqueletos***


Yo era
por definición
una mujer esqueleto
con mi respectivos escafoides
escápula
etmoides
y todo lo que tenía que tener
con la sutura metópica algo abierta quizás
y con una falange torcida (la del meñique)


El pescador pescaba
andaba por las aguas
-como siempre-
y como saben que sigue el cuento
hablando mal y pronto
pintó cruzarse.


costó poco para que estemos bien cerca
y la lágrima famosa apareció escondida
bajo intrigas y plumas
entre novelas y asombros
pero no fue
como en el cuento
el mar que me inundara
que llenara mi sed de años
ni nada similar
a mí me sobraban los mares
los maremotos
y las inundaciones
asique la lágrima
fue más bien como un martini
-o una piña colada-


y así pasó
y cuando la tomé
algo borrachina
no se me cubrieron de carne los huesos
sino hasta un tiempo después
de que jugó con mis costillas
como si fuera un lindo xilofón
y fue por decisión mía
por conocer la canción
que salió de mis osamenta de cristal
por querer recobrar el gusto
agridulce de mi sangre
gracias a todo eso
inicié la expedición
que ahora hace que me sostenga
sobre mis propios piecitos azules


sin embargo le agradecí cada día
por enganchar ese anzuelo en mi vacío torax
por tocar esa canción
cuyo eco quizás ya no suene


tal vez algun día
el decida pescar en otras aguas
y enganche otras sirenas
más carnosas y adecuadas
pero si hay algo que deseo
de verdad y con ganas
es que su balsa siga y siga
navegando por el mundo